Por:
Joaquín Bojorges
Chiconcuac,
Méx.- Solo una comisión de 10 vecinos fueron aceptados para poder ingresar a la
zona en la que se encontraba el gobernador Eruviel Ávila Villegas, para ser
atendidos por la fiscal de Texcoco, Elizabeth Almazán Ávalos, para escuchar sus
quejas sobre la inseguridad y secuestros en este municipio textil.
El
mandatario estatal no los quiso recibir directamente, solo mencionó algo en su
discurso sobre la inseguridad, pero no dio detalles y mucho menos habló del
miedo que se tiene en Chiconcuac sobre los constantes secuestros.
Fue
la fiscal Almazán la que ofreció mayores operativos y atención al grupo de
comerciantes y vecinos de Chiconcuac, pero nada más.
El
gobernador fue “aislado” para evitar que llegaran manifestaciones, ya que se
esperaba el arribo de transportistas que se quejarían de los mismos delitos.
Sin
embargo, los trabajadores del volante solo colocaron “pintas” en los parabrisas
de sus vehículos sobre la inseguridad, en cuyas leyendas también que se
realicen operativos contra los mototaxistas, ya que algunos de ellos, se
dedican a ubicar a las personas que se dedican a sus negocios.
Asimismo,
los moto taxistas son los principales sospechosos de “espiar” a estudiantes y
amas de casa que tengan alguna posición económica.
El
gobernador Eruviel Ávila, como es costumbre, atendió de manera personal otras
peticiones de vecinos que se los entregaban en documentos; así como se tomaba
fotografías.
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