* 30 años de la creación
de los bomberos de Texcoco,
* “El compromiso que reside en el corazón de cada bombero, nace
del ideal mas puro
Texcoco, Méx.- 24 elementos y 4
voluntarios del cuerpo de Bomberos, fueron homenajeados por parte de este
ayuntamiento, en donde la alcaldesa Delfina Gómez Álvarez, cabildo y directores
de área, en la explanada del Palacio Municipal les hizo entrega de;
reconocimientos, regalos y se les compuso un camión para que estén mejor
equipados a la hora de actuar en beneficio de la población, todo ello como
parte del 30 aniversario de la creación de este cuerpo y también en
conmemoración del, “Día del Bombero”.
El festejo dio inicio en las
instalaciones de esta benemérita institución, en donde se organizó una
celebración eucarística y un desayuno, donde los “traga humo”, fueron
acompañados por la alcaldesa y parte de su equipo de trabajo. De ahí, en sus
unidades y con sirena abierta los bomberos se trasladaron en caravana al
Palacio Municipal, circulando por diferentes calles, donde ante cientos de
personas se les rindió el merecido homenaje, a estos “héroes anónimos” que día
a día exponen sus vidas para salvar las de otros.
En su discurso, Delfina Gómez
Álvarez reconoció la vocación del
bombero al indicar que esta profesión; “exige saber trabajar en equipo,
disciplina, capacitación, estabilidad emocional, agilidad, destreza, capacidad
para reaccionar y mantener la calma en situaciones donde existe presión
extrema”.
“El compromiso que reside en el corazón
de cada bombero, nace del ideal mas puro, que no busca otra cosa que servir de
la mejor manera a su comunidad sin importar la dureza de las circunstancias”,
dijo la edil.
Asimismo, afirmó que; a fin de rendir
tributo a aquellas personas que día a día realizan esa labor, una de las mas
peligrosas y respetadas. Los bomberos salvaguardan la vida y el patrimonio de
los ciudadanos en caso de incendios, inundaciones, accidentes y desastres
naturales, aun al poner en riesgo sus propias vidas.
Ser bombero es ayudar al prójimo,
aliviar su dolor, sanar sus heridas, luchar en el abismo de la muerte para
proteger la vida, es sentir seca la garganta ante la frialdad con que la muerte
envuelve a sus victimas, es integrar una familia hermanada por el anhelo de
servir en este mundo de egoísmo e interese mezquinos, arriesgando lo mas
valioso que poseen para ayudar al prójimo, indicó Gómez Álvarez.
Pero sobre todo, -dijo-, es no saber de
descansos, es una comida sin terminar, un trabajo a medio hacer, una cita sin
cumplir, un compromiso familiar sin atender; es amanecer entre llamas, humo y
ropas empapadas; es dejar aun ser amado para ayudar a uno jamás conocido.
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