Pasaje prehispánico y el nacimiento de nuestra señora de Guadalupe. (1ra. Parte)
ENVIADO POR EL PADRE EULOGIO CHAN.
SIMBOLOGÍA UN FRAGMENTO
Quetzalcóatl, la Serpiente emplumada, era el dios de la creación. De la sabiduría, del viento, del planeta Venus. Hubo dos Quetzalcóatl: el ídolo, la Serpiente Emplumada, y el otro rey-profeta que vivió en Cholula. Éste les enseñó algunas cosas sobre civilización y otra forma de religión con ideas más humanas: pugnó porque se rehicieran ofrendas de objetos y animales: jade, serpientes, mariposas… en lugar de los sacrificios humanos. Bernardino de Sahagún, en su Libro XII, cap. 3,5, nos dice: Quetzalcóatl. Algunos sabios guardaban sus pensamientos, por haber enseñado a otros pueblos antiguos, que existe un solo Dios a quien hay que buscar con el pensamiento y con el corazón. Un dios que rechaza los sacrificios humanos.
Quetzalcóatl había vivido en Tula. Lo recordaban como un gran maestro en la agricultura y en todas las artes y un gran jefe religioso que organizaba muy bonito la comunidad.
Unos brujos estaban empeñados en introducir sacrificios humanos en Tula y él se opuso porque para él su dios no era cruel y amaba la vida. Por eso fue al Oriente, hacia el mar, de donde prometió regresar un día. Creían en su sacerdote Quetzalcóatl, y de tal forma, eran obedientes y dados a las cosas de Dios, que todos creyeron en Quetzalcóatl cuando éste abandonó Tula.
Le confiaron sus mujeres, sus hijos, sus enfermos. Ancianos y ancianas le acompañaron, nadie dejó de seguirle, todos se pusieron en movimiento. Y se fue enseguida, al interior del mar hacia la tierra color roja allí fue a desaparecer, él, nuestro príncipe, Quetzalcóatl (Códice Matritense, Fol. 100).
Con el tiempo acabaron creyendo que Quetzalcóatl, a quien respetaban como a un gran hombre de bien y un profeta, era un dios; decían que no tardaría en regresar y buscaban señales de su vuelta en el cielo.Netzahualcóyotl. El Dios verdadero ya había manifestado su existencia a Netzahualcóyotl, rey de Texcoco, en 1464.Este rey abandonó la religión pagana y construyó templos al único Dios.
En estos altares se ofrecían flores e incienso. Poco antes de su muerte, Netzahualcóyotl hizo un gran discurso que terminó con estas palabras: ¡cómo lamento que no pueda comprender la voluntad de Dios inmenso, pero creo que vendrá el tiempo cuando sea conocido y adorado por todos los habitantes de estas tierras¡Lo sucedió en el trono de Texcoco su hijo Netzahualpilli. Como su padre Netzahualcóyotl, también él gustaba de la astronomía y de las meditaciones filosóficas. Su devoción al dios verdadero fue recompensada y bendecida y se le conoce como el hombre más sabio de su tiempo.Papatzin. Tlatelolco, antigua rival de Tenochtitlán; célebre por su gran mercado y conquistada por los aztecas, estaba gobernada por la princesa Papatzin, hermana de Moctezuma II o Xocoyotzin, quien sorteado entre los cuatro sobrinos de Auitzotl, fue elegido Emperador de los Aztecas en 1502.Tlatelolco dista como dos kilómetros del centro, que es la plaza principal de la ciudad de México.
Para una localidad de su tamaño, su importancia del imperio azteca era enorme. Allí estaba situado un templo monumental a Huitzilopochtli, dios de la guerra de los aztecas. La mayoría de los sacrificios humanos se ofrecían a este ídolo.
La princesa Papantzin, iba a tener un papel decisivo en la historia de México. En 1509 tuvo un sueño sobre la próxima llegada de los españoles. En donde observó que estaba a orillas de un inmenso mar, guiada por quien después supo era un ángel. Vio varios barcos que le parecieron muy grandes.
En las velas traían pintadas unas cruces negras, que era la misma cruz que el ángel tenía en la frente, y después en el broche usado por la virgen de Guadalupe. El ángel le dijo a Papantzin que pronto vendrían del Oriente hombres blancos que se apoderarían del Anáhuac, y que traían el conocimiento del verdadero dios a todos los mexicanos. También le dijo que ella sería la primera en recibir las aguas que purifican el pecado. Fue bautizada en 1525, con el nombre de Doña María.
Le comunicó a Moctezuma su sueño, éste era hombre inteligente y religioso, conocía bien la historia y tradiciones de su pueblo, vivía abatido y triste pensando en lo que había soñado su hermana y sobretodo porque recordaba la llamada “profecía de Quetzalcóatl”, el cual al abandonar la tierra del Anáhuac, había dicho al pueblo que con el tiempo vendrían hombres blancos como él. Del Oriente, y se harían dueños de esas tierras.
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